jueves, 14 de agosto de 2014

- Después de muchos golpes y de sufrir demasiado, he decidido amar a una persona que no me puede corresponder. Me gusta conservar este sentimiento y dosificar la tristeza hasta que se vuelve una sensación agradable, porque cuando no tienes esperanza de que te correspondan, todo resulta mucho más suave.
Esta argumentación me dejó sin aliento. 
De repente sentí el deseo de abrazarla, pero no quería arriesgarme a que aquel momento mágico se rompiera por un rechazo. 
Finalmente opté por cogerle la mano mientras el mar masajeaba la arena.

El cuaderno de Aroha.  

viernes, 6 de junio de 2014


Última reflexión de filosofía.

"El mejor de los descansos es el sueño; y tú a menudo lo buscas; sin embargo, temes torpemente a la muerte, que es la misma cosa". 
Me hallo tumbada en la cama; miles de pensamientos me vienen a la cabeza; ¿tú? mi principal motivo; mi razón de insomnio. El reloj marca las diez y media. A esta hora debería estar acostada, pero no. Cierro los ojos e intento vaciar la mente, dejarla en blanco. Me es imposible, ¿por qué no intentas salir de mi cabeza? Me giro. Vueltas y vueltas hasta sentirme cómoda. Abrazo la almohada tan fuerte, como si de ti tratara. Miro el reloj de nuevo; las diez menos cuarto. Pienso en la vida; en la muerte. Le tengo miedo a vivir, a disfrutar de cada momento; temo al tiempo puñetero que pasa tan deprisa. Poco a poco me voy deteriorando; poco a poco me marcharé. Dicen que existe un pequeño paraíso más allá, escondido entre las nubes en el firmamento azul. ¿Cómo será ese pequeño mundo? Repleto de ángeles, ¿quizás?, ¿espíritus? ¿Existirá ese ser superior del que todos hablan?. El doble de dudas surgen en mi diminuta cabeza, me giro y vuelvo a mirar el reloj. Las once y cinco. Miro el techo y pienso en ti, querida muerte. ¿Cuándo te me vas a presentar? ¿Cuándo vendrás a por mi y me liberarás de este mundo lleno de extraños? 
Se que los pocos días de haber muerto, seré el principal tema de conversación en clase; la gran depresión para mi madre, y un fraude para mi familia; pero es que aquellos no supieron apreciar mi presencia cuando me tuvieron. 

El corazón vacío de una chica suicida.

lunes, 26 de mayo de 2014


Ganas de ti.

Tengo ganas de ti; ganas de que pasen estos días; estos días miserables, de sufrimiento.
Te necesito; mis ganas de verte aumenta; mis ganas de tenerte en mis brazos aumentan el doble. Mirarte a los ojos, eso quiero. Ver mi reflejo en tus ojos, sentirme protegida; sentirme minúscula a tu lado. Ese primer roce. Rozarte la mano y sentir ese terrible cosquilleo en el estómago. Cogerte de la mano y apretarla para ver que no es sueño, que te tengo a mi lado.
Dar un paseo como en las películas; por una vez, observar que el mundo no es tan cruel como parece. No es tan injusto si me ha dejado tenerte a mi lado.
Parar enfrente tuya y observarte. Analizar cada parte de ti, cada espacio. Empezando por tus ojos; bajando a tu pequeña nariz y, llegar a tu boca rodeado por tus carnosos labios. 
Acercándome lentamente hacia ti con unas ganas tremendas de sentir tus labios rozar los míos. Y de repente, tus brazos me rodean, me achuchas como si de un peluche tratara y no me sueltas durante unos minutos. Mis labios contra tu cuello. Tu colonia invadiendo mis fosas nasales. ¿Y si lo intento? Empiezo a besarte como si estuviese poseída; no soy consciente de mis actos, pero tú; tú te dejas y es todo tan tentador. 
Me retiras el pelo y me lo colocas en el hombro derecho. Sentir tu respiración cerca de mi cuello; un cosquilleo acompañado de una sonrisa tonta. Besas mi cuello, subiendo hasta mi mejilla. Me besas unas dos veces más la mejilla y luego me miras. Observas mi cara sonrojada; observas que estoy ardiendo. 
Te acercas lentamente, y siento como tus labios rozan mis labios. Un ligero beso en el que pronto se convirtió en varios besos acompañado de nuestra pequeña respiración entrecortada. 
Nos miramos y de repente, nos reímos. Te abrazo más fuerte, con más ganas de ti.
Y pensar que pronto volveré a perderte; pensar que todo esto es una visión de mi corazón enamorado y roto por ti; que los sueños no se hacen realidad, y más, si estas fuera de mi alcance.

lunes, 31 de marzo de 2014

...Y me preguntaron que es el amor.

El amor. Eso que muchas personas lo confunden, que piensan que es sólo un juego cuando, en realidad, es lo más valioso que existe. El amor, algo que se suele confundir con los cosquilleos en el estómago o simplemente una atracción sexual. El amor es un sentimiento doloroso, pero a la vez tierno. Es ese sentimiento que nos provoca síntomas parecidos a los de una pequeña enfermedad, pero puede ser un arma valiosa en dos casos: nos puede hacer sentir las personas más felices del mundo, y también, puede hacernos sentir infinitamente miserables. Depende de la situación en la que estemos, de la persona que estemos enamorados..depende de nosotros, del interior de cada persona, de ese pequeño órgano que late en nuestro interior. Él es quien toma las decisiones por nosotros, aquí no juega ni el cerebro, ni nosotros mismos. Solo juega un corazón.

Lo malo es que en este siglo el amor es costumbre, me refiero a que es realmente amor, lo que una madre siente por su hijo, pero, ¿hoy en día existen aquellos chicos que se ponían nerviosos al rozar la mano de una chica, y no rozar su parte íntima? ¿existen aquellos chicos que te ofrecen su chaqueta cuando te ven helada? o, ¿existen aquellos chicos que saben que las damas van primero?
Pero aunque acabemos dolidos, miserables, infelices e incluso, ¿porqué no?, felices, el amor es siempre cosa de dos. Nadie más tiene que interferirse, ya que es un sentimiento en el que se implica confianza, paciencia y, en el que los dos tienen que estar realmente enamorados.


Ay, el amor.

jueves, 27 de marzo de 2014

Esto se trata de una pregunta que tuve que contestar en la asignatura de lengua, que consistía en realizar una historia con la frase: "Encontré la llave en el fondo del estanque". 

La llave de la soledad.


Encontré la llave en el fondo del estanque. Brillaba como si de una estrella fugaz se tratara. Intenté cogerlo, la profundidad no era tanta. Lo conseguí, mía es. Era una llave extraña de forma antigua, y un poco oxidada por los bordes. Lo miraba sospechosamente, preguntándome a que lugar me llevaría. 
Andaba por el bosque con mis dudas; empezó a llover, como yo empecé con mi llanto. Tenía miedo. ¿Encontraría a mi familia? ¿Dejaría de sentirme tan sola? Andaba día y noche, noche y día hasta que me alojé cerca de unos arbustos que parecían acogedores. Me moría de hambre, mis tripas se quejaban. Abrí la mochila y lo único que me quedaba era un trozo de papel. Genial, pensé. Otra noche sin comer. De tanto pensar en comida, me dormí.

A la mañana siguiente, me desperté con el piar de los pájaros y con el Sol dándome en la cara. Abrí los ojos, y entonces lo vi. Vi algo brillando. Me acerqué con ansia. ¿Que sería aquello? Me acerqué un poquito más. Era una pequeña y extraña puerta pero...cerrada. Pensé. ¿Encajaría mi llave? Lo intenté. Al girar la llave, la puerta chirrió, y se abrió. Era una cueva, o eso creo. Oscuro y frío. De algún sitio, salió una pequeña brisa que me despeinó.
Me paré. No podría creer lo que estaba viendo. No podía ser. Papá. Mamá. Caroline. Uno por uno, colgados como si de carne se tratara. Empezaron a caer las lágrimas, y de repente supe que me había quedado sola para siempre. 

sábado, 1 de marzo de 2014

Un padre.

¿Qué es? Un nombre común que ponemos a aquella persona que nos enseña a montar en bici; que nos ayuda con los deberes de matemáticas o al quedarnos dormidos en el sofá, nos lleva a la cama directamente. Eso es lo que es un padre. 

Un padre tiene su "lado femenino", por así decirlo; si hay que cambiar pañales, lo hace; si tiene que alimentar una boca, prepara la comida.
Pero, al añadirle el pronombre "mi padre", toda esa historia imaginaria cambia. Mi padre jamás me enseñó a montar en bici. Es más, creo que él ni sabe montar en bici; Nunca tuvo tiempo para mi, así que para los deberes de mates, tuve un profesor particular; y cada vez que se me caía la baba en el sofá, me daba dos toquecitos para que me despertará, y me fuera a dormir.
Mi padre fue un tipo diferente cuando se casó con mi madre, pero cuando aparecí yo, todo cambió. Mi padre se fue alejando poco a poco. Decía que viajaba por negocios, cuando en realidad, andaba de putas. Y cuando estaba en casa, directo al ordenador hasta las tantas.
Mi padre no estuvo presente en la mitad de mi vida; ¿en las funciones del colegio? Ocupado "trabajando", ¿en mis torneos de tenis? No aparecía, ¿en mis cumpleaños? Pocas veces.
El concepto de amor para mi padre, es material. Me refiero que él demostraba su amor regalándome cosas; y cuanto más caro, significaba que más me quería.
Un padre sabe decir "no" cuando es justo, y sabe decir "sí" cuando es conveniente.
Pero, ¿acaso importa cuando realmente sientes que no lo tienes?

...

"Papá, no sabes lo mucho que te necesito. A parte de vivir mi vida lejos de ti, con una perfecta madre, no me es suficiente. Necesito dar paseos contigo, hablar contigo. Necesito consejos tuyos también. Qué estés ahí siempre, y que seas siempre mi Rey. Qué dejes de lado los regalos; el mayor regalo es tenerte a mi lado para siempre. Papá, quiero que te cuides. Que vayas al médico; que dejes de comer comida basura, y adelgaces; no solo para que estés delgado, sino para tu salud. Papá, quiérete.

Unos me preguntan quién eres, otros te juzgan sin conocerte a fondo; y yo les digo que eres mi héroe".

viernes, 28 de febrero de 2014

"Un paseo para recordar".

Viernes noche. ¿Y qué se me ocurrió hacer en una noche fría, cuyas manos rodeaba una taza de té verde? "Un paseo para recordar". Así es.
¿Qué de que trata? Se trata de un grupo de gamberros, en el que destaca un chico llamado Landon, y por una travesura que hace, es castigado. En los castigos, se junta con Jamie Sullivan, una chica religiosa, distinta a las demás. Acaban juntos, pero finalmente Jamie le cuenta que sufre leucemia, y después de casarse, se muere. A pesar de ser una película triste y de acabar con lágrimas, esta película me marca. Es así, me hace pensar. Me hace ver, que el aspecto de una persona no es lo más importante, y que cada persona tiene su historia. ¿Para que juzgar sin antes conocer? En la película, todos juzgaban a Jamie por vestir de forma anticuada, por ir siempre con una Biblia en la mano o por ser una chica "ejemplar", por así decirlo; pero nadie supo que en el fondo, esa chica sufría cáncer. 
En realidad, me gustaría vivir algo parecido a esta película, pero no solo porque un "tío buenorro" se llegara a enamorar de mi, por ser como soy, sino para se preocupe por mi, que llore por mi, y sobretodo que me anhele cuando ya haya desaparecido mi alma y solo queden mis restos bajo tierra.




"Nuestro amor es como el viento; no puedo verlo, pero sí sentirlo".